Carta despedida.

No puedo seguir así, te he amado tanto, también te he llorado pero a ti parece no importarte mi amor, quizá sólo fui un juguete que te divirtió un poco, quizá nunca me amaste pero que te pueden importar mis lágrimas si cada noche me hacías llorar en silencio.

No podría volver a mirarte porque probablemente me perdería de nuevo en tus ojos, no podría volver a hablarte porque tal vez tus labios me vuelvan a embrujar,  por eso me marcho ahora y te dejo cada lágrima que mis ojos te lloraron.

Sabes bien que yo te di todo mi amor y que no puede hacerte más feliz porque tú siempre te negaste, sabes bien que aquí la que fallo fuiste tú, y desde que mis amigos me dijeron que tú me traicionabas con otro hombre me negué a creer que era cierto, pero cuando mis ojos miraron que todo era real sentí como un cuchillo penetraba cada parte de mi cuerpo, decirte adiós ahora es quizá lo más dolorosa que me ha pasado, pero no puedo seguir amando a quien no me quiere.

Tal vez yo mismo cabe mi tumba por entregarte mi corazón y peor aún es que te sigo amando con locura. Ya no me queda nada en la vida porque la misma que te di para hacerte feliz hoy es la miseria que me toca vivir.

Adiós y de todo corazón deseo que seas muy feliz y que si llegaras a sentirte sola, no sufras como yo me estoy muriendo.