¡Cuanto me alegra ver de nuevo!
estos pequeños senderos, angostos y sencillos
con apenas el espacio para dar el paso
sembrado a ambos lados con plantas floridas.
Es por estos trillos donde está todo
donde oigo las notas que tiene el silencio
se abren horizontes y montañas
fluyen laberintos donde vive el pensamiento
y un sinfín de coloridos universos.
Tú habitas estos rumbos
donde casi se siente que nos miras
Mi alma se queda quieta quieta
estática en el centro del silencio
encajando exacta
en el corazón de esta noche
mientras camino pleno
por esta senda angosta, amada.
Ninguna tentación del desierto
nuevas mercancías
algún goce para esta piel
o el regalo fino de un afecto
Nada sustituye tus delgadas sendas.
Nada más ansío
Nada más me falta
En Ti me encuentro
y me completo
No por desear un cielo
no por temer el infierno
-que sería más que suficiente-
sino por estar contigo.
- Autor: mario mena (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de junio de 2017 a las 00:02
- Comentario del autor sobre el poema: Convencimiento para el tiempo que resta.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 67
Comentarios2
Una fe fervorosa e indestructible, una senda unica, esto se ve reflejado en tu bello poema Mario, un gusto grande leerte.-
Que tras años, se comprueba que lo demás pierde sentido, azúcar.
Mario, lindo concepto plasmado en un bello poema con esa senda de amor. Saludos Mario
La mejor senda ¿verdad?
Por cierto es la regla fundamental.
Así es Mario, totalmente de acuerdo. Saludos desde Curri.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.