Vivo sin malicia
sin prejuicios
soy solo un niño.
Las leyes que impone mi sociedad
para mi no tienen sentido
mi religión es jugar
es ser sincero
en este mundo que para mi es nuevo
y desconocido.
Hago lo que me conforta
como el colibrí sobre la flor
el equilibrio de este espíritu solo se asoma.
No entiendo de esquemas sociales
ni el juzgado de mortales
mis acciones e ideales
son un clavo ante un martillo
pero un clavo que sobresale.
Los patrones sociales
los dogmas
persiguen mis huellas en constante
para mi son conceptos absurdos
protocolos de terceros
vecinos y hasta de familiares.
No me preocupo en absoluto
si hoy circulan los prejuicios
el día de mañana ha de amanecer con novedades.
Alimenten a un gigante
no se dan cuenta
que otra esfera al árbol ¡ha de adornarle!.
Que toquen la puerta de mi casa
que se entreguen paquetes de quejas a mis padres
mis pasos sinceros han de avanzar
atravesando latitudes y valles.
Dicen los vecinos que soy un peligro
le inculcan a sus hijos no jugar más conmigo
solo inyectan a mi alma incentivos
quieren que yo trascienda con los grandes
que sea más grande que sus hijos.
Cada crítica me estimula
hoy rondan los prejuicios
mañana quizá no existan dudas.
Hoy soy un adulto
han pasado muchos años
los prejuicios transmutaron en elogios
los hechos hablaron por si solos
hoy se quitan los sombreros
y los aplausos se acompañan en coros
hoy ya no me puedo juntar con sus hijos
han pasado muchos años
¿Notan el brillo del oro?
- Autor: Astronauta (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de junio de 2017 a las 19:03
- Comentario del autor sobre el poema: Un Poema que hace un viaje a mi niñez.
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 9
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