De la Alhámbra se escapó una niña muy preciosa, me la encontré por Granada en una noche lluviosa, me asome a un portal y pude ver la luz que de sus ojos salían, su cabello negro como el azabache y su cara blanca como la nieve.
Me enamoro al momento y seguimos enamorados, un amor que derríte la sierra y las aguas del Dárro se congela con su mirada, su voz es de andaluza bravía y su piel es pura seda como la de la morería, nuestro amor rompe el silencio mientras Granada las noches duerme.
Hasta que llego una tempestad y la deje de ver, seguirá siendo tan bella como las rosas de su rosal, no sé si algún día o el destino nos volveremos a encontrar en cualquier cruce de algún camino, lo que te da el destino más tarde lo perderás.
© José Cascales Muñoz
Reservado todos los derechos.
9 de Junio 2017
- Autor: José Cascales Muñoz ( Offline)
- Publicado: 9 de junio de 2017 a las 08:34
- Comentario del autor sobre el poema: Nacemos con nuestro libro del destino en blanco, somos nosotros los que escribimos nuestra historia y se quedará grabada para la eternidad
- Categoría: Amor
- Lecturas: 83
- Usuarios favoritos de este poema: YA SABES QUIEN, Alexandra L
Comentarios1
Y en la memoria de quien la admiré y comente por el embrujo de ese amor.
Un placer leerte amigo.
Así es, un saludo Hector Adolfo
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