Tengo la extraña costumbre de leer mientras ando,
no siempre que ando, no, sino cuando voy al trabajo
o voy de exposiciones en Sevilla.
Llevo practicando este "deporte" desde hace años,
no recuerdo cuántos. Surgió por la necesidad que
tenía de aprovechar el poco tiempo de que disponía,
era un padre de reciente estreno, para alimentar la
tenia que roía, y sigue royendo, mis entrañas: mi
adicción a la lectura.
En estas, me veo un día, de frente, a una mujer que
caminaba por el parque de Guadaíra con un libro en
una mano y un parasol en la otra, por supuesto yo
iba leyendo también, camino del trabajo.
Al cruzarnos nos miramos, nos comprendimos, fuimos
cómplices en la mundanidad gris que nos rodeaba, nos
supimos engendros de una especie distinta, especial,
en un zoológico dónde lo lógico suele brillar por su
ausencia, y la cultura militante también; diría incluso la
cultura más elemental.
Este encuentro no fue el último, me crucé con ella, que
recuerde, una vez más, en el mismo camino, la misma
mirada pero menos intensa por carecer ya de la chispa
de la primera vez, la mirada se tornó esta vez en una
especie de saludo con una pizca de simpatía, que viene,
entiendo, por pensarnos de un mismo bando.
Estoy seguro de que me la encontraré al menos una vez
más. También, ahora que recuerdo, cuando me miró la
primera vez, incluso la segunda, bajó, o eso me pareció,
los ojos levemente, como en señal de pudor por hacer
algo que cualquier ciudadano convencional calificaría de
extravagancia, si no de locura...
POSDATA:
Antes de que se me olvide, quiero añadir que además me
sonrió, porque pensaría, diría yo, en su foro interno que
no es la única.
- Autor: Albertín (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de junio de 2017 a las 17:52
- Comentario del autor sobre el poema: La imagen ilustrativa es tan extraña como mi costumbre.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 95
- Usuarios favoritos de este poema: P. Rarity, Milo T, El despistao, Alexandra L
Comentarios5
¡Pues, somos tres! Locos de atar... Yo tambien tengo esa costumbre. Me encantó tu escrito y descubrir que no soy la única loca del mundo mundial!!
Un abrazo.
Me alegra saber que no soy el único en este espacio, nuestra casa. Un abrazo querida Jara.
Que costumbre. Siempre he querído hacer eso, me pregunto ¿Cómo se sentirá? No lo sé. Te felicito, poeta. Un gran saludo. 🙂
Todo es cuestión de práctica. Gracias por tu visita Rarita.
Alberto, originial escrito y una cotidianidad rara ¿ No es peligrosa?,
Saludos amigo
Voy con cuidado, cada vez hay más gente haciendo lo mismo, con el móvil o celular. Saludos Fabio.
Tengo la rara costumbre
deleer mientras camino
y sise atravieza un pino
me doy un golpe supino
yquedo enla incertidumbre.
Luego, si me recupero
vuelvo al libro que leia
y ya de regreso al tino
paso por la librería.
Compro algo de leer
cigarrillos pa fumar
pero que no llevo lumbre
me cuesta de recordar.
Intento hacerlo yno puedo
pensar en una mujer
la misma que he visto ayer
con la mirada pal suelo.
Si no la viera otra vez
que terrible desconsuelo !!!
P.D.:
Gracias Alberto por ser
el hombre sano que eres
por que la gente te quiere
por simpatía y buen hacer
Y por queeee no via decirlo
por que guapo a ti teven.
El despistao
Gracias por tus palabras despistao. Nos vemos en los bares, quiero decir, entre poemas. Saludiños.
Jejejejijo
Leer, aun en el poco tiempo de que se dispone, placer, que se convierte en necesidad. Gracias por compartir tu escrito Alberto.
Saludos feliz noche, Alex.
Gracias por dejar tu aroma en mi cuchitril. Un abrazo Alex.
Jajajaa, pero como es eso, visitar tu portal, es un encuentro grato con tu poesía. Gracias por compartirla Alberto.
Feliz noche, Alex. 🙂
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