Dueño del cielo

Esteban Mario Couceyro

Cuando

fui dueño del cielo y recorrí sus dominios

vi un lugar abandonado de pájaros

y esas horribles nubes de papel.

 

Supuse encontrar

seres alados

y bellas personas

en alegres reuniones.

 

Senderos umbríos

bordeados de fragantes flores

y el incesante rumor del agua

brillando con un sol suave.

 

Nada de eso vi en el cielo

tierra yerma

noches de frío

y el silencio ciego

de la nada.

 

El cielo no es tal

sin tus ojos

la fragancia del cuello

anunciando

el tibio pecho

y esos eternos besos

seguidos de palabras enamoradas.

 

El cielo no es cielo

en tu ausencia

el infierno

es el placer de quererte.

 

En los ojos de mar

el universo

de tu cuerpo

y la naturaleza

de amarte mujer.

 

 

  • Autor: Esteban Couceyro (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 11 de junio de 2017 a las 09:39
  • Categoría: Amor
  • Lecturas: 66
  • Usuarios favoritos de este poema: anbel
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Comentarios +

Comentarios2

  • El despistao

    Chanclass.....
    perdí la parcela
    que en el cielo había comprado
    y me siento perforado
    como una simple arandela.

    Así que estoy condenado
    a vivir, ¡menuda tela!.....
    al igual que hizo mi abuela
    en el cuartito de al lado

    Me siento muy disgustado,
    me quemaré en la cazuela.
    Cuando enciendan la candela
    yo ya estaré biscochado.

    Perdone si su poema
    he venidole a insultar
    perdón le quiero rogar,
    esto no va con su tema.


    Jeeejijo


    El despistao



    • Esteban Mario Couceyro

      Estimado Despistado, el cielo es una construcción, no hecha de cal y canto, más bien puesta en la mente, como un lugar cómodo e ideal. Yo lo he comprado en cómodas cuotas, de las que tengo recibo. Debo decirle que no es un barrio exclusivo, pero si, que hay vecinos afables. También debo comunicarle, que no fue de mi agrado, tan bucólica paz, pues no encontré en ese lugar tan caro, el calor de esos ojos que tanto amo. Es así que de regreso estoy por estas tierras, habitando el otro cuartito de al lado, al igual que su venerada, aunque también algo temida abuela.
      Como final, debo decirle, que de cielos e infiernos, cada uno lleva varias parcelas, algunas cuidadas de hierbas malas y otras abandonadas al natural abandono.
      Un placer su visita.
      Esteban

      • El despistao

        Jeeejii. Río de contento..... Esteban.
        Otros rién de Janerio

        Buen poeta es el Esteban,
        ¡vaya tela!
        No sólo lo digo yo,
        también mi agüela.

        El Despi

      • anbel

        Precioso. Una belleza de poema. Un abrazo.



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