Eterna Eternidad...

Suenan los tambores de un antiguo rito, suenan mientras la danza inicia sus pasos alrededor de una gran fogata, a lo lejos en aquel viejo árbol yacen los cuerpos atados en plena penumbras, tres almas listas para el sacrificio. Despertándose del desmayo intenta soltarse pero le resulta imposible, atada a sus compañeros que siguen inconscientes trata de despertarlos en vano, el ritual continua y los cantos al cielo están por terminar, dando paso a las adoraciones del infierno. Cadenas en los pies, cadenas en las manos, ojos mal vendados que ven acercarse a dos seres extraño con una antorcha en las manos, ven a las víctimas y escogen a una  que recién se estaba despertando, el hombre al ver esos raros rostros da un grito tan fino casi como chillido de chancho, cortan sus cadenas lo tiran al suelo, mientras el otro vuelve atar a los dos que quedan, lo llevan a la rastras mientras sigue gritando sin consuelo, corazones latiendo a truenos, ahora están totalmente consientes   pero siguen inconscientes de la noche anterior sin saber que es lo que está pasando y porque. Aprovechan que están sin vigilancia para hablar eh idear un plan para escapar salvar a su amigo y marcharse lo más rápido posible, pero les resulta muy difícil coordinar sus movimientos, aquejan males de dolor de cabeza y resaca, efecto colateral de alguna sustancia rara, de pronto comienzan otra faceta, relampaguean escenas  confusas del día anterior, recuerda estar sentada en un bar con sus amigos disfrutando de sus vacaciones, después  recuerda a ver llegado a una isla lejana, partiendo la costa de Puerto Rico, eran un grupo de 14 personas, pero se nubla su recuerdo y pasa a otro , ya instalados en la playa, mucho descontrol drogas y alcohol, sigue recordando pero su amigo la detiene y le pide que ponga atención a lo lejos, y se da cuenta enseguida que los tambores ya no suenan y el silencio da paso al miedo, y de repente … el grito final de su amigo … Se festeja el trágico final los tambores vuelven a sonar y los dos extraños se vuelven acercar, esta vez ¿a quién le tocara?. Paso siguiente y sin dudarlo se llevan al otro muchacho que solo suplica piedad, que jura pagar cualquier monto con tal de que lo dejen libre, pero estos seres no se ven interesados por la propuesta y se lo llevan sin perder tiempo. Ahora se encuentra sola , sin consuelo y sin explicaciones, rogando que no la hagan sufrir a la hora de su muerte, que no la corten en pedazos, que no la prendan fuego viva, que sea un golpe certero y directo, en su llanto se toma la cara con sus manos, y se da cuenta que se olvidaron de atarla nuevamente, su ansiedad estalla y comienza la huida lejos del árbol , mientras se aleja se escucha el grito agónico de su ultimo amigo, sin saber porque se detiene, se voltea y a escondidas se dirige hacia la gran fogata, se esconde de tras de los arboles eh intenta encontrar a sus amigos , pero sin suerte, ve a las personas con las cabezas tapadas por animales muertos, cuerpos pintados, y trapos que les cubren sus partes intimas, hombres y mujeres celebrando en pleno ritual , visualiza un campamento donde ve que se encuentran sus cosas y piensa que quizá el resto de los pasajeros siguen ahí. Cruza todo por detrás hasta llegar al campamento, los cantos extraños retumban en su cabeza, no es la primera vez que los escucha, divaga entre recuerdos pero no sabe si son mentiras o realidad, sigue camino y sin que nadie la vea entra al lugar, vacio, no había gente, pero si las pertenencias de todos, cada vez se siente más aturdida ,  afuera se escuchan las voces de las personas, se enteraron que ella se había escapado,  intensa salir corriendo pero al hacer un par de metros se cae desmayada, cree a ver imaginado todo, pero lo peor fue al despertarse , suenan los tambores del viejo rito, abre los ojos lentamente, siente el calor de las llamas que le da en las manos atadas a su espalda, un rostro pálido en frente de su cara, y ahí estaban sus amigos, no se los veía descuartizados ni muy muertos , si no que estaban muy vivos y muy borrachos, se acerca el líder y la desata invitándola a beber un extraño trago, sin entender nada ella lo bebe casi obligada y sus ojos se ponen vidriosos, otra noche de misterio, otra vez volviendo a vivir esto, ya no te preocupes decían sus amigos, mañana pasara de nuevo, aunque en realidad siendo sincera con ella misma ya no recuerda quienes eran sus amigos, se rinde al elixir dejando de mentirse a ella misma, encadenada a esa extraña isla , que nadie conoce, que nadie sabe de su existencia, que nadie llega por casualidad, y que nadie jamás ha vuelto a salir.

Dan las noticias en el televisor de un viejo bar, “apareció una vieja embarcación, al parecer es un barco pequeño sin tripulantes, en perfecto estado, solo oxidado por el paso del tiempo y esa es la particularidad, que estaba desaparecida hace 90 años”,  un extraño toma su último trago, ¡es hora de partir! agarra sus tambores y al salir apaga el televisor, llevando consigo a un grupo de turistas a una nueva excursión.

Fin.

Leandro Conte.