Allí estaba:
Era un hombre con su tajo
Era un tajo con su hombre
Hijo del encuentro del coraje y una esquina,
novedoso y nuevo, recién estrenado y venido a este mundo.
Encarnado en el vientre, brillante de escarlata,
sangrante de alegría, desbordante de bilis y ternura.
Amoroso, profundo, íntimo y final.
La última caricia de esta vida
fue directa a sus entrañas,
Y en los suspiros y jadeos de ese beso,
lentamente, lo disolvió en su nada.
- Autor: Ulis3s ( Offline)
- Publicado: 13 de junio de 2017 a las 23:42
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 68
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