Tú luchaste mucho para conseguirme,
y de mi tomabas solo un octavo,
y hasta hoy no dejas de pedirme:
Que sea tu rey, y tú mi esclavo.
Día y noche en mi pensaste,
y cambiaste tu dormir por el desvelo.
y olvidando el bello azul del cielo,
te hice mi esclavo, y tú, ni lo notaste.
Tus manos siempre fueron muy "gigantes",
y nunca pudiste, un día llenarlas.
querías poseer muchas guirnaldas,
y siempre querías más que antes.
Pudiste haberme ganado y aun liberto,
pero quisiste ganarme y ser mi esclavo.
piensa, el día que estés muerto,
¿Quién gozará... lo que haz ganado?
Autor:Bernardo Arzate Benítez.
- Autor: Bernardo Arzate Benítez ( Offline)
- Publicado: 15 de junio de 2017 a las 01:02
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 100
Comentarios1
El dinero tiene esa condición esclavisa a quien no entiende
que la plata por posesión
aprieta y se desentiende.
El dinero no hace la felicidad, pero es parte de ella.
Saludos Bernardo por tu verdadero e incuestionable trabajo.
Gracias,gaston. Aprecio y agradezco de verdad, tu amable comentario.
Y estoy dre acuerdo de que el dinero,es parte de la felicidad.
Deseo compartir contigo este verso de la Biblia:
Eclesiastés 7:12 que lee así:
"Porque la sabiduría es para una protección [lo mismo que] el dinero es para una protección; pero la ventaja del conocimiento es que la sabiduría misma conserva vivos a sus dueños".
que tengas buen día.
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