Te espero invertebrada,
entregada a tu corriente y
a tus peñascos carnosos,
irrespetuosos,
e independientes.
Antes de que desaparezcas
como la escarcha cuando el alba la acaricia,
déjame deshilacharte los hombros
bajo la mirada famélica,
lúgubre,
y críptica
de Goya.
No dejes entrar la luz;
quiero que sigas siendo real
dentro de esta ceremonia.
Quiero seguir siendo tu hija,
Saturno.
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Autor:
Caramelo de Ricina (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 15 de junio de 2017 a las 13:37
- Comentario del autor sobre el poema: Arte.
- Categoría: Gótico
- Lecturas: 54
- Usuarios favoritos de este poema: El Silente Vagabundo
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