POeMAS DeL DesPISTAO -poemas deshumoraos- (3)

A JcLoboRamírez, Mujer perseverante, Alberto Escobar,

Paco José González, Alejandra, Edmundo Rodríguez,

Raquelinamor, Manuel y Estacadilla.

Gracias por vuestros fantásticos  poemas que ayudan

a mantener en movimiento la sangre de mis venas y

que no se pare el motor de mi poesía.

Turbulencias en el vuelo
de un poema singular
que aunque sea un fusionado
el cielo logra alcanzar.
Vuela alto como avión
atravesando el espacio,
y aterriza en corazón
para llevar un abrazo.
Turbulencias en el mundo
que suenan alrededor,
causantes son de la guerra
que se libra sin razón.

Estrambótico:
Saludos del despistao...
que anda un poco apresurao.

--

Wou, wau, wouuu,
dicen algunas
al leer algún poema,
y ellos por no molestarlas
siguen con el mismo lema.
Pero tema, el que escribiera
usté en esta mañana,
que al mirarlo pareciera
una rosa en la ventana.
Usté opaca la rosa
por su semblante y belleza
el tallo ofrece asperezas
y su talle mariposas.
Linda mujer que soslaya
su mirada tan preciosa,
ofrézcame a mí la rosa
de su cáliz, juventud...
o yo me transformo en playa
que ahogue su ingratitud.

--

Soy un ser que han abducido
de distancias infinitas
soy nieto de selenitas
que de la luna ha venido.

No he sido padre reciente,
me resiento cuando salto,
me pasa por ser tan alto
y de osamenta crujiente.

No me vistieron de cuero
mientras estuve allá arriba
y cuando mandaban iba
a cavar un agujero.

Dejé a mijo en la tierra
sin ninguna protección,
y en negada explicación
no dicen que esta está en guerra.

Esa es cosa que me aterra
mi hijo no está cuidado
y yo, como extraditado,
me consumo bajo tierra.

P.D.:
Tú poema es de los güenos,
de los mejores, diría.
No creas ques cosa mía
me lo ordenan los selenos.

--

Me gustan los lugares que vacíos,
a veces me recuerdan a la guerra,
me encanta revolcarme por la tierrra
y pensar que esos espacios ya son míos.

Soy dueño de la noche; afortunado.
Es mío el terreno que paseo,
las hierbas y el asfalto donde veo
que en la penumbra no me siento desgastado.

Hoy tu poema solo muestra horrores,
lugares desolados e inservibles.
Que desdichado vas, pero visible...
es tu semblante que se viste de terrores.

--

Espacio y libertadas mariposas,
campos de sueños dorados
de la tarde. Besos donados
que en tus labios gozas.

Sol de cuerpo de tierra
y calidez. Espacio tibio
que al cruzarte, alivio
el surco que la lluvia entierra.

Hondanada de piel en libertad,
estremecer de claros manantiales,
silencio de bocas en zarzales,
diálogos puros sobre la amistad.

Llanura de corcel que a fuego abrasa,
fronteras de rocío que nos cala,
universo vacío, donde el ala,
retuerce con esfuerzo la carcasa.

La juventud de vida es primavera,
lo recio de mi cuerpo es el otoño,
la tuya se soporta en lo bisoño,
la mía en rastrojos de mi era.

--

Te atracaron en un sueño
y tú no te percataste,
pero un beso le robaste
porque te hiciste su dueño.
Y llegados a ese punto,
todo fue aroma de flores,
y cantaron ruiseñores....
te veías en otro mundo.
Dijiste: "Ni me despierten,
que sueño cosas muy bellas".
Y te asías a una estrella
en ese sueño profundo.
Sé que te llamas Edmundo,
sé que eres un poeta,
sé que viajas en cometa
cuando sales de tu mundo.

--

Este poema tan suyo
yo lo vengo a investigar,
primero voy a limpiar
mi lupa de perogrullo.

Y ya limpiada la lupa,
siendo que soy un capullo,
armo un enorme barullo
y huyo antes de ser pupa.

Me llevé un golpe, y aúllo,
culpable fue una pantufla,
pero mi pecho se insufla:
consecuencias de mi orgullo.

Mal endémico, pobreza
pronto hay que erradicar,
y a los niños hay que dar,
sin que lo ordene una jueza,
ni lo firme una alcaldesa,
educación gratuita, de esa
y los hay que alimentar.

 --

Usté tiene clase y se le nota,
por eso es que yo no discuto
y asín no hago el idiota.

Cuando el partido está bronco
y nadie puede ganar...
lo mejor es empatar.

Y una vez quesa empatao...
cada quien para su lao.

Saludos señor Manué,
perdone la intromisión,
aquí ya no hay náá que hacé...

Asín quedaquí me arrugo...
y salgo tocando el guiero,
que ahora me voy por Hugo.

--

Vengo por ser un sediento
que necesita beber,
y será suyo el deber
de que yo siga contento.
Como a usté le sobra agua
para regar los caminos,
echéle un poco a los pinos;
lavéle a agüela la enagua.
Conténgase, don Estaca
conténgase, por su honor,
y hagáme usté el favor
de no tirarme una vaca....

que pudiera ser de coche,
o quizás algo peor.