Cuado fui a Granada la mayor maravilla,
no fueron sus jardines ni su famoso palacio,
fue el soñar despierto andando despacio,
vi cerca del cielo la nieve y su fulgor que brilla.
Para un niño ver la nieve allá arriba en la montaña,
es como viajar a un país de ensueño,
esa visión es parte de mi vida, soy su dueño,
desde este rincón mágico empezé a amar España.
Desde las cuevas del Sacromonte,
y desde el alto del Abaicín,
vemos el pico nevado del Mulhacén al fondo.
Granada del sur muestra la nieve del norte,
el embrujo de la ciudad no tiene fin,
con un río que esconde oro en lo hondo.
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Autor:
argantonio (
Offline) - Publicado: 17 de junio de 2017 a las 15:27
- Comentario del autor sobre el poema: Fantástico porque para un niño ver la nieve por primera vez, es pura fantasía, yo hasta ese momento solo había visto la nieve en el cine, lo mismo me ocurrió cuando vi los buscadores de oro que sacaban pepitas del precioso metal del río Darro que por cierto, este nombre significa, que da oro, también asistí a alguna fiesta en las cuevas del Sacromonte, desde allí se divisa toda la hermosa ciudad, reconozco que tuve suerte, el viaje fue organizado por un colegio público, cosa rara en la época, podría contar como es la Alhambra por dentro, pero no estoy lo bastante inspirado, pero puedo decir que es única.
- Categoría: Fantástico
- Lecturas: 31
Offline)
Comentarios1
Precioso y didactico recuerdo el que comparte. saludos
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