Despedida

Hoy he decidido extirparte de mi mente, de mi corazón, de mi cuerpo, de mi sangre … no me hace bien esto … esto que ni sé como se llama; esto que no es nada de tu parte; esto que es sólo estúpida ilusión mía; esto que aunque no lo entiendas, no lo aceptes, no lo creas, es un AMOR. Un amor nacido de mi tonta inexperiencia. (Sí, a pesar de mis años, una estúpida inexperta). Te amo, con ternura, con pasión, con alegría … pero tambièn con tristeza y desencanto al no recibir reciprocidad alguna … fue muy tonto de mi parte creer que podría generarte algo … debí recordar que sos un Don Juan empedernido; debí recordar tus confidencias en el tema de tus periplos amorosos. No es tu culpa; no es siquiera reproche esto … es reflexión sobre mi tonta decisión de admitirte y contarte qué me pasaba con vos, y creer que podría influirte en algo … lamento profundamente sí, que pierdo ese gran confidente, con quien podía tener amenas charlas … hacer bromas, reír hasta quedarme sin aire … estoy llorando ahora … pero son lágrimas liberadoras … las necesito para poder tomar la decisión de cortar con esta farsa …  fue una “mise en scene” ideada sólo por mi loca y soñadora cabecita … No soy persona fácil, que buscará consuelo en otra relación … soñè que era con vos, y anhelaba concretarla realmente aunque fuera una sola vez en la vida … así es la cosa … penas y alegrías … Estoy triste, Marce, pero en algún momento saldrás de mi pensamiento … y quizà en ese momento, logre volver a verte como lo que fuimos … tan buenos amigos.  No te enojes, por  favor … estoy triste pero no puedo seguir fantaseando con seducirte … abrazo.