A veces amaina la ventisca,
la arena se reposa,
las dunas duermen en sus lechos
y el escorpión acecha en su guarida.
A veces presientes la encerrona,
el silencio te avisa a puro grito,
pero siguen hoyando tus pisadas
el polvo del camino.
Presentir y sentir entre la niebla,
escuchar los silencios del olvido
y cegarte los ojos de certezas,
de negros acertijos.
La vida es una senda retorcida
que cuza los desiertos,
la maroma tensada entre dos cimas
salvando los abismos.
Y no puedes sentarte ni pararte
ni regresar a puerto,
no hay bitácora, brújula ni rumbo,
tan solo el mar hirviendo
y un cielo con estrellas traicioneras
trazando nuestro encuentro.
- Autor: Jose Luis Posa Lozano ( Offline)
- Publicado: 19 de junio de 2017 a las 07:29
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 30
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