El tiempo se desahacía de mi
así como se disipan los recuerdos
o se distorsionan las mas preciadas memorias
poco a poco limitaba mi ser
a un cúmulo de pensamientos
que estaban fijos en la noche
en la mañana, al medio día
no era mas que una existencia
suspendida en algún limbo
un agotamiento herrumbroso
que de pronto me envolvía
no me permitía solar
aquello atorado en mi pecho
que sin reconocerlo
hechó una raíz de tono gris
dejándome casi moribunda
ahí en medio de la nada
y en medio del todo
de lo que únicamente
succedía dentro de mi
en mi cabeza.
así trascurrían los días
y cada vez me disipaba más
hasta la locura
hasta la transparencia del no ser
de no tener la capacidad
de palpar plenamente la vida
Comentarios1
Siempre sucede que el mayor problema nos devana los sesos perdiendo la visión al problema, mas pasado el tiempo y solucionado el caso encontramos que era tan fácil la solución.
Saludos Mari
Así es amigo poeta, todo es temporal, bueno y malos momentos
Saludos!
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