Por lo menos eso haría el escobero
que se dedicaba a hacer escobas
era muy trabajoso, sobre todo a lo primero
que se hacían de " manzaravía " unas
matas resistentes que solían estar
cerca de montes y cerca de las jaras
había que ir a recogerlas cuando estaban
ya hechas, alrededor de Agosto
hacia bastante calor, y se estropeaban
mucho las manos al tirar para arrancarlas
después se hacían manojos, calculando
lo suficiente para una escoba , se ataban y se
ponían en alto colgadas para secar
después de un tiempo, se cortaba por la parte
de abajo uniformemente para igualar
se regaban para que fuesen mas flexibles
al barrer, y ahora lo peor, a vender
había quien no vendía una escoba
y no es que no fuesen buenas
estas escobas vastas y rudimentárias
solo se usaban para barrer los patios empedrados
y la puerta de la calle, que estaba en tierra
algunas abuelas barrían las casa tambíen
con el suelo de cemento, era lo que había y barato
después, vinieron las escobas de palma
hechas de la palma, de los cogollos,y la palma
por el mes de Julio aproximadamente
después se le pone una caña a la medida
con un grosor para empuñarla bien y se ata
bien dando bastantes vueltas de cuerda
también se recoge en el centro para que no se
abra , cortando para igualar las puntas de abajo
también se hacían escobas vastas de iñiesta
para barrer en los campos y los pastores los establos
luego vino el celebre cepillo, que era un lujo
para los pobres, pero era la revolución tecnológica
aunque no tenia enchufe, eso era lo malo
pero para casi todo hay remedio, para eso
tambíen, salio la aspiradora, y la escoba hoy
hay pocas , pero las hay, para cuando se va la luz...
" Si yo tubíera una escoba...Cuantas cosas barrería..."
- Autor: MANZANILLA (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de junio de 2017 a las 02:56
- Comentario del autor sobre el poema: LA HISTORIA DE LA ESCOBA , UN POCO POR LO ALTO...
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 77
- Usuarios favoritos de este poema: gonzaleja
Comentarios3
Me gusta este de un modo especial, re recuerda a mi padre que recogía las pencas, de dos clases, unas más bastas, para el empedrado y la calle como bien dices, otras más finas para la casa, las secaba y luego las hacía con mucho arte y mucha dedicación. No las vendía, las hacía para el uso de la casa. Un saludo
Así es,Gonzaleja,y aún se siguen plantando las pencas,por nuestra tierra,Alicantina,y que buenas están .....Me alegro que te haya gustado ,paisano..un saludo
Gracias pertinaz,por escoger el poema como favorito..un cordial saludo..
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