Por qué me pareció ver tu sombra visitando mis aposentos mientras pecaba, porque me pareció que mi mente te olvidaba para correr a la angustia, porque olvide tu abrazo … ese mismo el que me aferro a la vida con tu silencio, porque aun siento que me esperas sentado a tu puerta y yo sin dedicarte aun mis lágrimas negándome a tu dulzura, porque aun así teniéndote a ti y no mereciendo nada , se me ha antojado tu perdón, porque se me van como estrellas fugaces mis días sin ti, porque quiero correr a ti y que aún no hayas perdido la fe en mí, porque sabes que no soy tu hija prodiga, simplemente soy un simple mortal tratando de caminar a ti.
Yojanna Agudelo
19-06-2017
- Autor: Victoria (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de junio de 2017 a las 21:49
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 87
- Usuarios favoritos de este poema: Marco Antonio (El Gringo)
Comentarios1
“El Diablo nunca llegó, cuando lo estabas amando.
Pero envió a Dios a prevenirte, cuando dejaste de hacerlo”.
Felicidades Yojanna
muchas gracias por tu comentario 🙂
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