A veces escucho el goteo del tiempo,
el tic, tac de la vida golpeando los cristales,
la inexorable égida de Cronos
hacia la eterna medina.
El crepitar de los leños en la lumbre,
las chispas del alma salpicando el cielo,
el silencio glacial de la tristeza,
de esa tristeza vital que te traspasa
con su daga de hielo.
Y me dejo arrastrar por la corriente
hacia la gran cascada
hirviendo en las espumas,
flotando en los meandros,
bebiendo la luz de las estrellas
y ardiendo en las auroras.
A veces escucho su lamento
como un aullido quedo y apagado
o su sonrisa sarcástica
o su jadeo agónico y postrero.
Pero se abren las nubes
y el sol de la esperanza
desgarra las tinieblas
y cantan las cigarras
preludiando el verano.
A veces escucho pasos
arrastrando cadenas
pero cierro los ojos
y sueño primaveras,
riveras cuajadas de rocío,
de menta y hierbabuena.
- Autor: Jose Luis Posa Lozano ( Offline)
- Publicado: 25 de junio de 2017 a las 14:12
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 101
- Usuarios favoritos de este poema: De Sol y Luna, Texi
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