La noche no era oscura,
se vislumbraban las siluetas de los árboles
abrazándose, desahogando el calor
que por el día respiraban.
El cielo estaba lindo, estrellado,
se miraba todo tan cerca
como si los ojos fueran telescopios.
De pronto y sin aviso,
una estrella cayó del cielo
y fue a dar al ápice de un árbol.
Se formó un incendio gigantesco
donde se fundían hojas y ramas
sombras y sueños.
Se incineraron los temores,
y volaban las chispas por el aire.
El fulgor desprendido era eufórico
la noche se iluminó de algarabía
parecían fuegos artificiales
celebrando alguna fiesta.
Yo, un poco alejada para no quemarme
pensé en ti. Vi tus pupilas brillando
como las pupilas de un niño.
Escuché tu voz diciendo: mira
el cielo se está cayendo, ven.
Sentí tu abrazo protector y así
desperté algo desorientada
mirando al cielo, sintiendo
la humedad del césped
donde me había quedado dormida.
©Vicky Toledo
- Autor: Vicky Toledo ( Offline)
- Publicado: 27 de junio de 2017 a las 04:24
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 82
- Usuarios favoritos de este poema: Kevin Barrios, Pepe Pnca, Eben79, clonariel
Comentarios2
Maravilloso cuadro
Gracias Clonariel.
En el húmedo césped
enterrado en mis sueños
evoque tu rostro amado
que del cielo había caído.
Me encantó el poema que no pude resistir la tentación de ponerle un corolario.
Con cariño
JAVIER SOLÍS
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.