Quisiera que el cielo, no pierda su color azul, que
el agua, siga siendo líquido incoloro, inodoro e insípido.
Si fuera viento, te regalaría alas, y si amanecer, te
ofrecería el rocío de la mañana. Pero no dispongo de
ese poder, tan sólo tengo palabras, una dulces otras
amargas, tiernas y duras en ocasiones...
De todos modos, procuro seguir caminando por los
senderos de la vida, rodeado de algún que otro sueño,
y cierta esperanza, apartando pedacitos de la noche
con mis manos.
Me pregunto ¿ donde se puede comprar
algo de felicidad?.
Uno posee esperanza, pero ésta ya no sirve para
curar las heridas.
¡Vivir carente de amor, es como estar ciego en medio
de la tierra!!.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.