Se obedece porque conviene y se duda porque se piensa.
Ray Loriga
¡Como impone la página en blanco!
Horror vacui que invade de silencio la
intención de la musa.
Silencio blanco que hipertrofia la mano
hasta trocar sus dedos en huéspedes de
la sospecha, de la desconfianza
creadora.
Mano que se sarmienta ante la tensión
que enerva el ingenio, ingenio que en
el pretérito acudía presto al silbido del
poeta que vive de sorber ambrosías
ajenas, leídas en jeroglíficos que acuden
al deleite como la miel derramada del
Parnaso.
Repto por las calles derrotado por el
estro.
Me declaro sometido al veneno de la letra
impresa, que me empozoña de vida.
Empuñar la pluma se ha tornado cadena
de placer, cadena que nace de una pequeña
barquita de libertad que paciente espera en
puerto seguro, abrigada de vientos funestos.
Decido entregarme a este presidio hasta
obedecer sus designios y deseos, porque
conviene a cada gramo de voluntad que
todavía me impulsa como llanto de un niño.
Cumplo la pena de apacentar los establos
que se abren paso entre mis labios para
pronuncian palabras que solo escritas
pueden ser dichas.
Bátome en retirada, esta vez, tañendo mi lira
en clave de re: reescribiendo lo grabado
negro sobre blanco; remitiéndome a lo ya
escrito...
- Autor: Albertín (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 1 de julio de 2017 a las 18:53
- Comentario del autor sobre el poema: La condena del que está tocado por el virus de la escritura. Delicioso presidio...
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 17
- Usuarios favoritos de este poema: Alexandra L
Comentarios2
Muy bonita reflexión gloriosa condena mi amigo. Siempre interesantes tus temas, saludos amigo
Gracias Fabio por acudir a mi rincón. Un saludo.
Alberto siempre disfrutando los temas interesante de tus publicaciones.
Saludos, feliz tarde, Alex.
Celebro tu disfrute y gracias por tu fidelidad. Un saludo Alex.
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