El denso aroma a humedad sobre tu piel,
Y la tibieza incitante que en tu cuerpo anida,
La suave bruma que brota de tus encendidos labios,
Y el dulce presagio que en tus entrañas es carne viva.
Me pregunto si es el tiempo perfecto,
Me pregunto si debe ser entre esta noche y la madrugada,
Me pregunto si tu cuerpo abierto es un secreto,
Y me pregunto si en tus palabras, hay rumor de virgen enamorada.
Eres como un puñado, de tierra húmeda y muy pura de montaña,
Eres como el rocío, de una de las nubes de color perlada,
Eres como el beso de la flor en las mañanas,
Y como la caricia eterna que detiene a las horas cantadas.
Me pregunto si la fertilidad, de un pedacito de nuestro cielo,
Se ha desprendido y ha morado en tu tibia cama,
Y si la luz de las mañanas, espera, como una estela pausada,
Y si ha respondido, que es el tiempo de amarte, sin las horas contadas.
He caminado cada milímetro intenso sobre tu piel,
Y he rociado con mis besos cada surco de tu desnudez,
Y también he bebido de cada gota de nuestro húmedo cielo,
Para llover con mis caricias tu alma, y una noche de placer.
Eres el Edén perfecto, donde nace cada semilla,
Y la flor más rosada, entre un verdor jamás soñada,
Eres el aroma húmedo, donde despiertan muchas cucardas,
Y el amante resplandor, de un jazmín en la montaña.
Cuando veo en ti, la inmensidad de ser un milagro,
Me siento una rama, caída desde lo más alto,
Y es que eres un todo, un sol, una luna y una estrella,
Y un haz de lucero, y quizás una quimera,
Eres la tierra fértil,
Donde nacen las esperanzas,
Y eres un todo embriagante,
Donde tu vientre, es la semilla naciente,
De mi Amor, en tu virgen morada.
- Autor: Alejandro Iza (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de julio de 2017 a las 11:34
- Comentario del autor sobre el poema: Dedicado a la proeza y la bendición de las mujeres, a ese milagro llamado fertilidad... maternidad, se es madre con solo amar desde las entrañas, ya sea al capullo de una mariposa, o al botón de la flor aún no brotada, a la llovizna que humedece sus labios, cuando el frío arremete, y aún ella... sigue amando al ser de sus entrañas.... Mil gracias por acompañarme en este espacio que me acoge, y me permite compartir con Ustedes, un poco de mis humildes letras... sin ser un letrado.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 1213
Comentarios1
Bello
Mil gracias Natalia.
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