Luz de violento jazmín en el caparazón
del frío.
Mi alma reposa como un oscuro diamante.
¡Ah, tarde del súbito éxtasis!
La brisa muerde mi cabellera obnubilada,
y mi carne está soñolienta.
¡Que dulzón es el frío en este día!
¡Que dicha rápida me encierra!
Por mi va subiendo un tibio arroyo
atardecido.
Lejos, un ave cuelga solitaria en el cristal
del firmamento.
Mi corazón es una estatua, callado
y seco de distancias.
Mar muerto, en mi silencio, va mi lamento,
que en mi ser fue puntual daga.
Ahora el sol es un caballo galopante
en mi patio ennegrecido.
- Autor: clonariel ( Offline)
- Publicado: 4 de julio de 2017 a las 06:48
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 332
- Usuarios favoritos de este poema: Alejandrina, Alexandra L, Yolanda Barry, errante
Comentarios7
Fabuloso poema
Gracias amigo, las tardes invernales me fascinan,
Poco a poco el calor va entrando y va dejando en el ayer ese atardecer sombrío .... Exquisita poesía mi bello... Apretujadito!!!
Gracias amiga por transitar mi humilde espacio puntualmente
Muy hermoso tu poema, me encantò. Recibe un càlido abrazo fraterno.
Me alegra mucho
Estamos en sintonía amigo.
¡Que dulzón es el frío en este día!
El invierno sureño y su lúgubre comparsa de humedades.
Cariños poeta, de Alejandrina.
Hermoso comentario
Excelente descripción en tu poesía de ese atardecer y entrada de la noche. Muy bueno, saludos cordiales amigo.
Es mi hora preferida, amigo
Bellas metáforas en tu entrega, imágenes llenas de magia, placer de lectura.
Saludos, feliz tarde, Alex.
Hermoso lo que me escribes
mi rey de las metaforas es un placer entrar a tu palacio,un abrazo calido.
Extrañé tus palabras
pues aqui me tienes mas puesta que un calcetin jajaja
Exacto!
tus letras son como un sol en dia nublado
Grata tienes el alma amiga
y tu la inspiracion.
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