He menguado,
Mis flaquezas me han tumbado,
Ahora estoy, abatido en el subsuelo
¡A punto de hundirme en el fango!
Debajo de mí, siento el Hades
Tan ardiente como aquella estrella
a la que le gira el orbe.
Mis demonios solo esperan que
me apuñale la zozobra,
Pero un susurro con su tono meloso
repite constantemente:
¡Mantened el temple!
¡Sed tan duro como el roble!
“Aunque caigas doblegado,
Habrá camino mientras respiréis, forastero,
Porque cada respirar es un rechazo al sueño eterno;
Fenecer:
Lo único que no tiene reparo.
Así, pues, levantad vuestra fortaleza
y seguid, alzad el rostro;
Ten el corazón tan fuerte como el roble,
caminad sin miedo alguno, sin redoble”.
- Autor: Carlos Ars ( Offline)
- Publicado: 4 de julio de 2017 a las 13:13
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 29
- Usuarios favoritos de este poema: pani
Comentarios2
Estupendo..
MARAVILLOSO TRASFONDO EL QUE GUARDA ESTE POEMA QUE HOY NOS OFRECES...
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