Definitivamente están locos.
Y sino, vos decime,
¿cómo es que se pueden reír tanto?
¿Cómo hacen?
Explícamelo,
si solo es un color,
el violeta.
Si hablo del color violeta y lo sabés.
No se ríen del rojo ni del amarillo.
Jamás escuché a nadie criticar de la misma manera al color verde.
Algo tienen, algo en particular, que de cierta forma les incómoda.
¿Vos te diste cuenta de eso?
¿Viste la cara que ponen cuando lo ven?
Y lo peor es que lo hacen sin darse cuenta.
Porque en verdad no lo comprenden.
No saben de qué se trata verdaderamente el color violeta.
Lo miran desde todas las perspectivas,
pero no lo comprenden,
porque no lo ven con los ojos del corazón.
Entonces claro, sienten vergüenza.
Una leve molestia.
Es como una puntada en la boca del estómago.
Y se ríen, como te decía, lo critican.
¡Qué insensatos!
Vos decime, ¿ellos qué sabrán del color violeta?
Nada saben, o nada quieren saber.
Lo más absurdo de todo,
es que lo llevan tatuado como un estigma,
sin darse cuenta.
Yo lo veo.
El violeta lo siento latente en ellos,
pero lo tienen amarrado, escondido.
No lo sueltan, ni lo quieren dejar ver.
¡Cuanta hipocresía!
Lo esconden los muy bestias.
Si no se sienten reconocidos con un color,
es por supuesto con el color violeta.
Que absurdo pienso yo,
si es un color hermoso.
Con el violeta podés hablar de todo,
podés representar todo.
Hacer de todo.
Es magia pura ese color.
Mi padre me lo repetía cuando era niño,
para que nunca lo olvide:
"todos llevamos un color dentro nuestro,
en nuestra parte más íntima.
Es con el que juegan y se expresan los artistas.
Nunca te olvides hijo de reconocer
en ti mismo
al color violeta".
- Autor: Mauri López (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 5 de julio de 2017 a las 10:55
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 10
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