Despertaba el otoño a la hora pactada,
la niebla se esparcía con efluvios de nardos,
y el olvido en el campo azuleaba los cardos
fingiendo primaveras de tarde enamorada.
El sol en su crepúsculo hechizaba la aguada,
y entre cuerdas y vino recitaban los bardos,
sobre el ramaje espeso soñaban los leopardos
ardorosos idilios de una noche dorada.
Y yo busqué tus pasos en la bruma hechicera
de un mayo anaranjado por encantos profundos
que cambiaban indicios en la nube viajera
por rojos espejismos en cielos vagabundos,
mas sólo era un esbozo de luna pasajera
que eclipsaba miradas en este y otros mundos.
- Autor: Maygemay Gonzalez ( Offline)
- Publicado: 7 de julio de 2017 a las 02:03
- Comentario del autor sobre el poema: Como su nombre lo indica una ilusión, un sueño que tuvo un bello marco en un otoño dorado.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 40
Comentarios4
Me ha gustado mucho
Feliz y agradecida, Francisco, por tu visita y tu cálida respuesta.
Cordialmente
Maygemay
Gran trabajo del soneto, lenguaje esmerado. Felicidades!
Gracias, Clonariel, por tu agradable comentario y tu amable visita.
Saludos cordiales.
Maygemay
El sol en su crepúsculo hechizaba la aguada,
Y yo busqué tus pasos en la bruma hechicera
mas sólo era un esbozo de luna pasajera
fueron ardorosos idilios de una noche dorada.
¡Vaya! cuanta belleza en un dulcísimo soneto que embriaga hasta perderse en la selva poética.
Con mucho cariño
JAVIER
Te agradezco, Javier, la visita y el comentario tan bonito.
Saludos cordiales
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