Hay palabras que permanecen,
igual que permanecen miradas;
la primera vez que se ve el mar
y cómo la ola le habla.
Ese tiempo es un ave
que se mece en la rama,
y cada nota de luciérnagas
se parecen los labios
amapolas del alma.
Pero sé que los ojos
tornan sombra,
y el llover no es a mojado
que la tierra empapa.
Y sé que los pechos
no inflan detrás de la almohada.
Sé cómo me llamo,
se cómo te llamas...
y sé que solo fue un eco
que se equivocó de montaña.
- Autor: Lakota (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 10 de julio de 2017 a las 15:49
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 111
- Usuarios favoritos de este poema: luisa leston celorio, zza
Comentarios5
Original!
Gracias.
Es un placer.
Saludos.
Bellas letras, poeta.
Saludos.
Gracias, amigo.
Saludos con el alma.
Wow!! Andrés, qué bello poema, cuánto hace que no leía algo tuyo.... Cariños C
No sé si estarás después de mi larga ausencia, pero te pido perdón por no contestar antes.
Saludos y gracias mil.
Me encanta tu versar poeta Andres, la melancolía se torna una herramienta para expresar lo que en el alma puede se puede abrigar.
Que chevere volver a leerte igual. Te mando un abrazo con cariño en este domingo
Gracias, apreciada amiga.
Mucho tiempo sin pisar ésta ventana y siempre es agradable tu presencia.
Un abrazo.
Hola Andrés:
Palabras que denotan ensoñación, nostalgia, anhelo, remembranzas. Hermoso poema. Saludos.
Arely
Así Es, Arely.
Gracias.
Saludos.
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