En la sinuosidad de las palmas de tus manos
se derraman las lágrimas del pasado,
pasado maldito por el dolor causado en el desamor,
allí mismo en ese lugar cabe mi esperanza,
mis ganas de volver a amar,
las ansías por hacerte olvidar.
Frenesí en el llanto de tus noches largas,
eternas penas te abundan desde aquella partida,
esas noches tuyas, desearía armarlas de nuevo,
convertirlas en la alegría, causar tu sonrisa,
con detalles de mariposas, de mirlos, y besos,
de un mundo clásico, con sonatas y sonetos
creados por el numen que emana de tus labios,
por todo el amor que brota de tu cuerpo.
El tronar de los latidos del corazón mío es igual al tuyo,
nuestro compás con el mismo destino en el tiempo exacto,
huellas nuestras encajan en la arena infinita,
casualidad que pienses en otro mientras yo trato de amar,
difícil provocar el olvido de tu mirada,
cocerme en tu alma es mi última carta,
ser paciente, caminar sin correr, escuchar y querer,
no huir tan solo en tus ojos creer.
Me desnudo frente a tus ojos crepusculares,
con su mirar triste. En el reflejo del alma
absorbo la tristeza, el dolor con su belleza,
me fundo en el abrazo que pides.
No confundo, no me pierdo, pero lloró.
Mis lágrimas inundad tu mar con felicidad,
tratando de borrar el nombre de la tormenta,
dejando del lado el naufragio,
curando con paciencia tus labios.
- Autor: ErC ( Offline)
- Publicado: 16 de julio de 2017 a las 18:51
- Categoría: Amor
- Lecturas: 65
Comentarios1
El dolor es una parte de la vida y ademas nos recuerda que seguimos en ella. Me gusto tu prosa.
Un abrazo
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