Envuelto en la absoluta desgana,
con el llanto inaudible
que imita al del samurai que con su catana
raja sus tripas hasta que lleguen a exhibirse.
La paciencia consumiéndose
a la velocidad de la luz,
la vida yéndose
tras un tiro de arcabuz.
La noche me devora
pero nunca llega la noche
en que llega la hora
en la que te devora entera este poeta fantoche.
Solamente soledad ante la oscuridad,
ver pasar días, años y meses
y que no cambie esa realidad
te satanices o reces.
Las tres de la mañana,
ella duerme y yo escribo sensible.
Este desierto de amor es la sed que emana
cuando no hay ningún oasis visible.
La vida yéndose
como la de un condenado a cruz.,
El llanto inaudible oyéndose
en este,oeste,norte y sur.
El dolor es un líquido que se llora y se llora
y nunca es un derroche,
pues no se agota
como la gasolina de un coche.
El dolor es como la electricidad
que puede llevar a sobrecarga a veces,
de dolor no importa cantidad
pues el dolor siempre crece.
- Autor: Jarbe (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 18 de julio de 2017 a las 22:22
- Categoría: Triste
- Lecturas: 40
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.