Testigo de los días, de los injustos días
en que dormita y maldice el cuerpo
a la soledad, es mi corazón.
Testigo que viaja en la nave de los ojos
casi loco del mar y de las noches.
Entre truenos la nube apacible y lenta,
el sillón nube, la nube memoria
en espera de la luna para aullar.
Testigo de la lumbre,
veo a los asesinos interponer
cerrojos y morder el vitral
que a nadie enseñamos
salvo en la derrota, todo perdido,
irremediablemente extraño
ante un rostro al atardecer.
Testigo de los ociosos que juegan al mal.
El desamor estable entre hojas secas
mientras el tiempo fluye,
fluye despreocupado.
Testigo de entrañas
en la mañana el mar
al mediodía el mar
en las tardes el mar y las gaviotas
desfallecidas en el horizonte
sin saber a dónde escapan.
Testigo breve, fosforescente en Kafka
en la oscura y desolada noche de Gregorio
sin el grito o la sirvienta que limpie
la cama y deposite nomeolvides.
Testigo del desorden de las escrituras,
en el invento de amor
lejano como historia de cruzadas,
perenne en las fabulaciones.
Testigo del paritorio,
de la matrona que predice sexo
con el cuchillo o la tijera abierta
y al cortar nos desampara de la madre.
Testigo infiel que solo mira.
- Autor: Margarita García Alonso ( Offline)
- Publicado: 19 de julio de 2017 a las 06:40
- Comentario del autor sobre el poema: Poema de Sustos de Muchacha, Ediciones Matanzas, 1988, Cuba.
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 135
- Usuarios favoritos de este poema: karekarenina, larisadelesqueleto
Comentarios2
Bonito poema, testigo de lo que ve el mundo exterior de todo lonegativo que ven otros ojos.
Saludos!
Muchas gracias Lita, es un poema de adolescencia, de mi primer libro. Agradecida por su resentir. Saludos.
Hermosa palabras,un mensaje oculto que debemos saber leer,me gusto tu verso,mis saludos para ti compatriota y mis respeto
Un abrazo compatriota, contenta de tenerle por este espacio.
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