La montaña se trasladó al norte,
se volvió misteriosa, envuelta en niebla...
arroyos de espuma blanca aparecen en la bruma,
sobre el ocre desvaído
de un lecho de pinares de otoño...
La mañana no alcanza lo que sueño de ella;
querría no esperar nada
y, así, no sentir el vacío de lo que no llega.
Niebla, bruma,
color aplacado,
reprimido...
nortes, utopías... anzuelos...
Sólo el orgasmo desbordante,
pleno,
buscado segundo a segundo...
que no llega...
Escapar de la penumbra,
de la luz mortecina de la tarde moribunda...
lluviosa...
desangelada ...
El refugio cálido,
percibido
desde el exterior frío,
a través de la ventana
la playa que el mar busca incansable...
el mar
que quisiera ser ría que se adentra
en las entrañas de la tierra ansiada.
- Autor: Antonio Castiñeiras (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 19 de julio de 2017 a las 07:07
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 49
- Usuarios favoritos de este poema: itxaso
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