El bello mal que me haces

Lamento tanto este juego...
En el que te sentís mal y a mi me gusta que me duela.
Donde no puedes sentir mi calor
Ni tu encontrar consuelo en mis palabras.
Donde no puedo devolver el tacto que das, ni yo sentir que acaricies mi alma.
Donde no podemos amarnos, sentirnos ni elegirnos.
Porque sea tarde, estemos lejos o simplemente no entendamos porque.
Aún así, en otro tiempo, en otro lugar; te sigo amando con la intensidad de siempre, con ese fuego, esa ternura y esa pasión.
Aunque quiera quemar esta hoja, seguir adelante. No quiero librarme de mi sueño eterno, ese éter virtuoso que me acoge cuando sonríes a la distancia, cuando el viento de oriente acaricia mi mejilla y fantaseo con que es tú perfume el que me trae.
Porque estoy feliz de sentirte, amarte, desearte y quererte.
Y querer, desear que seas feliz; amando.