Sus ojos, Oh! Maravilla de la creación,
iluminaba con su luz el infinito de la vida.
Perpetrador silencio, esta extraña ilusión,
invadida de recuerdos, con el alma herida.
Mañana será otro día, ¡vida mía!
Absurdas palabras, infamia infinita.
La muerte es testigo de esta agonía,
no van a arrancarte, ¡vida bendita!
La negra noche aun no llega,
amarga ventura, Oh! nube negra.
El brillo de tus ojos aún me pega.
Adiós, para siempre, ¡adiós!, que alegra.
- Autor: Romina (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 23 de julio de 2017 a las 17:53
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 125
- Usuarios favoritos de este poema: Marco Antonio (El Gringo)
Comentarios2
elegante y enigmática, intrigante e introspectiva - un placer leerte; ciao.
muchas gracias poe su mensaje!
el placer es todo mio
Cuanto misterio hay en tu alma
cuanta ternura y apego a la vida
tristes pero bellos versos que inducen a reflexionar sobre la vida misma. Me encantó mi hermosa Romina estuviste muy inspirada hoy.
Con mucho cariño
JAVIER SOLÍS
Muchas gracias!
La vida nos inspira a cada instante, hay que aprender a observar!
Abrazos
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