Eres.

M.P.M

Tu alma,
La caja de mil mariposas
Tu cuerpo,
El sendero de mis muertos.


Eras como esa hoja de otoño,
Que nunca cayó al suelo,
La que quedó en la rama,
Y paso por el invierno.


Eras de esas,
Que tenía una belleza extraña,
La que hacia más que cautivar,
Era esa belleza,
Que te hacia recordar.


Sus lineas al sonreír
A las pequeñas cosas,
Sus ojos marrones
A lo dulce de la vida,
Su pálida piel
A la pureza que aun existe,
Su cabello liso
A las interminables cascadas.


Ella,
La que malinterpretaba las miradas,
Ella,
Que no se valoraba.


Si supieras querida,
Que eras esa belleza,
Que no se sabe como amar,
La que vale tanto,
Que no se puede tomar.


Y por eso,
No te daban cumplidos,
Porque tu aura no le llegaba a los ojos,
Sino a lo mas profundo de sus almas,
Y era ahí, donde te amaban.


Pero el alma no llega a los labios,
Ni a las acciones,
Esta muy lejos,
Muy profunda.
Por consecuencia,
No salían palabras lindas
De sus bocas.


Porque eras tan hermosa,
Que no podías ser adorada por idiotas.


Al mismo tiempo,
era su anima
mil colores,
Iridiscencia que pintaba el dolor.


En ella había,
dioses crueles,
ángeles,
anticristo,
Mortales buscando una fe.


Se vivía la fantasía,
Se lloraba el terror,
Se buscaba el misterio,
Se deseaba el romance.


Su alma era una pesadilla
Con arco iris.
Lanzarse por los aires
Sin paracaídas
Pensando que es aventura
Cuando era suicidio.


Era su rostro,
El temblor -sus labios-
El instante -sonrisa sincera-
El vacío de la muerte -ojos-
Las ganas de vivir -el grito-


Ella, era su cuerpo.
Puro y limpio,
a los ojos invisibles.
Cicatrices y marcas,
A los espíritus que traspasan.


Era ese sendero al paraíso,
Que te llevaba al infierno,
Y te anunciaba a la entrada
Que seria el final,
Y que aun así
Lo querías caminar.


Querida, eras todo
Y por eso te creíste nada.


Pero mira, mira lo que eres.


Eres el cielo formando Casiopea,
Eres la bóveda celeste,
Cada estrella,
Toda la constelación
Eres el universo en su máximo esplendor.


Eres la carta de suicidio de un escritor,
Eres el arma,
El motivo,
Y el elíseo donde quiere ir.


Eres las venas,
La sangre,
El veneno que corre dentro,
El antídoto anhelado que no se inyecta.


Eres lo que dijiste
hiciste
Y soñaste.


Mi querida, lo que eras no tiene palabras
Y lo que eres no tiene acciones.


Eres el adiós,
El fin al que llego,
Eres la reflexión,
Que quiero enseñarte.

Una vez me preguntaste
Qué serias
Y yo dije,
Que las respuestas del tiempo,
Lo dirían.


Me despido por lo que eras, eres y serás.


Y esperó que alguien me vea por lo que fui, soy y seré.


De la misma forma en la que te amé,
Y de la misma forma en que te añoré.


Ruego, a que me encuentre esa persona.

Y

Especialmente

Ruego

En que

Seas tu.

  • Autor: M.P.M (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 25 de julio de 2017 a las 03:50
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 123
  • Usuarios favoritos de este poema: , El Silente Vagabundo, Lolaila
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Comentarios +

Comentarios2

  • Excelente poema. Sublime. Bonita acróstico al final. Excelente, lo chupé, lo comí, lo viví este poema. Sigue así. Att.: El Trovador.

    • M.P.M

      ¡Muchas gracias! De verdad aprecio tus palabras que me llegan al alma. ♥ ♥

    • Lolaila

      Me crea incertidumbre tu poema , es precioso y enigmático a la vez. Me gusta.



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