Sin querer y sabiendo que existías te tenía, ahí vivías cual sueño hecho realidad, fuiste ave que buscando nido llego a mi ventana, una tarde de verano, y yo que solitaria vivía abrace tu compañía y acepte sin tardar lo que tú mirada me ofrecía, un amor sin ataduras y sin mañanas, un ahora es el momento de vivir, El Segundo que el reloj marcaba y que detenido quedaba por el encuentro de dos almas que sin querer se amaban que sin buscarse se soñaban, fuimos una cita en el tiempo, fuimos más que dos almas sin destinos, fuimos un nosotros y no un después, un camino sin regreso, un amor sin compromiso, un futuro añorado entre dos seres que se desean cual manantial a la mar, cuan leña al fuego, tus manos quemaban mi piel y mi amor crecía cada día, tus caricias regaban como Rocío en la noche y el futuro de nuestro delirio crecía cada día más entre nuestras sábanas y la cama que nos gritaba cada noche para juntos danzar en la inmensidad y la soledad de aquella habitación vacía, solo nuestro aliento lograba excitar y llegar a la máxima expresión del aquel
amor que nació en tu mirada...
- Autor: Ilia (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 26 de julio de 2017 a las 00:06
- Categoría: Amor
- Lecturas: 38
Comentarios1
Me alegro por tí. La vida merece ser vivida así.
Gracias siempre de fuimos resurge un somos y seremos, existe vida más allá... gracias por dejar tu comentario, un placer
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.