La noche goteaba sus luces infinitas, que no eran lágrimas.
Eran brillantes rocíos y en hojas de blanquísimo papel
dejaban huella.
Por la ventana un ángel añil, sin rostro cierto
dictaba sentencias a las luces para que fueran…
vida.
Y la vida en mi pecho invernaba tibia
sin el abatido dolor del roble ya sin hojas
y quieto.
Benditas las palomas tras la loma que aun en sueños
llenaban de color toda esa vida que naciendo
no moría…
La noche goteaba rocíos sobre el negro del zorzal
y el ángel añil acompañaba el vuelo de palomas
aun de noche…
De mi libro “De cuentos y de poemas”.2015 ISBN 978-987-1977-72-7
- Autor: Carlos Justino Caballero ( Offline)
- Publicado: 31 de julio de 2017 a las 20:59
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 84
- Usuarios favoritos de este poema: Ágora
Comentarios1
Preciosas imágenes: un mensaje esperanzador y la vida triunfante.
De un tiempo para acá, es poco lo bueno que puede encontrarse en este sitio. Celebro haberlo encontrado hoy. Muchas gracias por compartir. Saludos.
Valoro sumamente tus palabras, poeta! Gracias!
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