El tiempo se detiene lento
como el sol despidiéndose
en llamas
mientras los árboles
como manos piadosas
lo sostienen en el horizonte.
Otro día que se agota
entre las sombras
otro día que me gana.
El tiempo pasa lento
como el agua
del remanso.
Quizá mi vida
se detiene cada vez más
en esos detalles
brumosos del envejecer
donde la vida se hace opaca
de infinitas rutinas
en días lentos.
Pero hay algo dentro mío
algún recuerdo intacto
de saberme enamorado
de tu mirada
y la mía cansada
de años
mientras siempre te veo
como aquel día
mirándome enamorada.
Se detuvo la vida
en aquel beso
un instante.
Ha pasado el tiempo
cada vez más lento
hasta que se detenga
esa vez sin nosotros.
- Autor: Esteban Couceyro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 1 de agosto de 2017 a las 10:20
- Categoría: Amor
- Lecturas: 59
- Usuarios favoritos de este poema: Alberto Dante, El Hombre de la Rosa
Comentarios2
Recuerdos con melancolía que perduran a pesar del tiempo, ese pasajero que nunca se detiene.
Bello lenguaje para expresar sentimientos.
Un verdadero placer es saludarte.
El placer es mío, querida amiga, los recuerdos son el capital que cada uno lleva en la cartera de sí mismo.
Sabés una cosa, los recuerdos nunca fueron como son, se reconstruyen, con el condimento de la experiencia.
Pero no dejan de ser ciertos..., nuevos pero ciertos.
Un abrazo
Esteban
El tiempo siempre es el testigo de amor que renace con tus hermosos versos estimado poeta y amigo Esteban...
Un placer pasar por tu portal
El Hombre de la Rosa
Gracias Críspulo, por tu comentario, si el amor cotizara en bolsa, algunos seríamos ricos...
Un abrazo
Esteban
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