- Escuchalo, ahí está. No vayás lejos…
No lo busqués en la península
de tu conciencia, no mirés al piélago.
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La brisa es húmeda como besos del mar.
Los nubarrones se apiñan en cosechas
infinitas de algodón volátil. ¿Lo sentís?.
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Callá, dejá que la corriente haga lo suyo;
y vos, vos hacé lo propio, soñá con el maná.
Alfa está a la vista, Omega se oculta en tus narices…
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La noche es tibia, es agua dulce en la marmita;
es el aroma en las cobijas de la abuela.
Las chicharras ya cortaron los hilos del silencio.
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Hacé de cuenta que llegaste y llegarás, y si podés,
mejor abrí las ventanas, dejá que el canario vuele lejos,
no pensés más, alivianá las alforjas de tu espíritu.
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Ahí está, bajo la roca, en el abrazo, ahí está.
Miralo a los ojos, con ganas de mirarlo,
inspirá la danza de las flores, sin fruncir el ceño.
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Las estrellas hoy susurran canciones blancas,
canciones mudas que dicen más de mil palabras;
aletean como gaviotas de diamante.
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Sentilo, el está en todo, el es todo…
Sentilo, pero con cuidado,
el eterno amor es adictivo…
- Autor: Johan Molobo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 1 de agosto de 2017 a las 21:42
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 14
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