Alejado de tu presencia
por temor a ser un mediocre,
incapaz en estos instantes
de amar, acosado
por dudas y resentimientos
que el pasado
transforma en presente
sobre un destino
que se empeña
en seguir castigándome,
envenenando
el alma con el poder
de su indiferente
desahucio a la felicidad;
logro rechazarte
cuando estás tan cerca
de ser real y palpable,
el silencio
y la eterna soledad
trastornan
las ideas y los sueños
al tratar de conseguir
apoderarme de tu luz,
de su calor que debe ser
abrasivo, que podría
curar o herir más
este espíritu congelado
en el interior
de esta fortaleza
de carne y hueso;
el tiempo transcurre
tan rápido en el cuerpo
y lento en el corazón,
solo puedo mirarlo
y sentirlo pasar
con la certeza impotente
de no hacer nada
por detenerlo
o cambiarlo a mi favor,
encarcelado
en mi propia jaula
de huesos y carroña, lleno
de una estupidez extraña
torturando la existencia
con la calidez
de tus recuerdos
que embriaga el amor
agonizante en mis brazos
aun negándose a morir,
la incertidumbre
de tus sentimientos
resucita la indiferencia
momentánea
pero certera en mí,
mientras tanto,
el desenlace macabro
se acerca
despiadadamente
a mis sentidos
presintiendo el fin
de mis deseos
cuando tu ser
encuentre refugio
al fin en otros brazos,
condenado entonces,
me auto destruyo
por la irracionalidad
de todos
mis ridículos temores
que tal vez tienen
algo de cordura
por ser honestos
conmigo mismo
y con la ridícula realidad
que hoy nos consume,
que hoy me obsequias.
- Autor: Rigortmortiz (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de agosto de 2017 a las 13:34
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 58
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.