Cuando
fui dueño del cielo y recorrí sus dominios
vi un lugar abandonado de pájaros
y esas horribles nubes de papel.
Supuse encontrar
seres alados
y bellas personas
en alegres reuniones.
Senderos umbríos
bordeados de fragantes flores
y el incesante rumor del agua
brillando con un sol suave.
Nada de eso vi en el cielo
tierra yerma
noches de frío
y el silencio ciego
de la nada.
El cielo no es tal
sin tus ojos
la fragancia del cuello
anunciando
el tibio pecho
y esos eternos besos
seguidos de palabras enamoradas.
El cielo no es cielo
en tu ausencia
el infierno
es el placer de quererte.
En los ojos de mar
el universo
de tu cuerpo
y la naturaleza
de amarte mujer.
- Autor: Esteban Couceyro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de agosto de 2017 a las 09:27
- Categoría: Amor
- Lecturas: 33
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Muy hermoso tu gran poema de amor amigo Esteban
Un saludo cordial de Críspulo
Hay momentos que el hombre, reconoce entre lo prioritario y lo trascendente.
Un abrazo
Esteban
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