Con la simple palabra de hablar todos los días,
que es tan noble que nunca llegará a ser vulgar,
voy diciendo esta cosas que casi no son mías,
así como las playas casi no son mar.
Con la simple palabra con que se cuenta un cuento,
que es la vejez eterna de la eterna niñez,
la ilusión, como un árbol que se deshoja al viento,
muere con la esperanza de nacer otra vez.
Con simple palabra te ofrezco lo que ofreces,
amor que apenas llegas cuando te has ido ya:
Quien perfuma una rosa se equivoca dos veces,
pues la rosa se seca y el perfume se va.
Con la simple palabra que arde en su propio fuego,
siento que en mí es orgullo lo que en otro es desdén:
Las estrellas no existen en las noches del ciego,
pero, aunque él no lo sepa, lo iluminan también.
Y así, como un arroyo que se convierte en río,
y que en cada cascada se purifica más,
voy cantando este canto tan ajeno y tan mío,
con la simple palabra que no muere jamás!
- Autor: "Gaviota" Romero (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de agosto de 2017 a las 10:25
- Comentario del autor sobre el poema: Quien perfuma una rosa se equivoca dos veces,\r\npues la rosa se seca y el perfume se va.\r\nCon la simple palabra que arde en su propio fuego,\r\nsiento que en mí es orgullo lo que en otro es desdén:\r\nLas estrellas no existen en las noches del ciego,\r\npero, aunque él no lo sepa, lo iluminan también.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 33
- Usuarios favoritos de este poema: Rafael Escobar
Comentarios1
Preciosa interpretación. Bueza se hubiera sentido orgulloso de oír su poema en tu voz. Felicidades. Afectuoso cariño.
Muchas gracias Rafael, es usted muy amable.
DESDE SUECIA CON AMOR
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