A mi maestro querido, ¡Salud!
que me da su ciencia a raudales,
su cariño y cuidados sin límites,
de infinita paciencia sus dones.
Iluminas de mis ojos el andar
de hermosura mi alma vistes
das veracidad a mis palabras,
formando en rectitud mis actos.
Pregonero de mis días venideros
de mi nuevo sol que ha de nacer,
el fresco manantial de tus palabras
la linda humanidad futura hacen germinar.
De niños con ilusiones, rodeado
cual estrellas juguetonas retozando;
su cultura, amplio faro,
caminos de mi vida alumbrando.
¡Maestro, maestra!
Te regalo un hermoso homenaje
en este tu día de harta luz,
el alba alumbrando la inmensa madrugada
de nuestras vidas, todas.
- Autor: Gamarrita Ng (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de agosto de 2017 a las 20:18
- Categoría: Fecha especial
- Lecturas: 41
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