Donde estas?
Los últimos destellos de su mirada,
su dulce sonrisa débil,
reflejaban su actitud fatigáda,
con toques de tristeza,
pero sin amargura.
Cuando llegó la muerte,
franqueando la entrada,
con paso irreversible
y sin llamar a la puerta,
conoció que se hallaba al final de la jornada.
Lo dio todo en la vida
y pisando los umbrales de la muerte,
marcó un saludo más que una despedida.
En ese momento,
el cielo absorbió el postrer aliento,
y más fría quedo la tierra.
Me robástes lo que mas quería,
cruel, odiosa y caprichosa muerte,
apagástes su sonrisa
y cerrástes sus ojos,
le robástes el alma en esa cruel mañana.
El órgano y la campana enmudeciéron,
el ciprés centenario y la chopera,
pálidas rosas mustias hundidas en pesáres,
revestidas de un gozo transitorio y ligero,
quebraron los montes contra el azul del cielo.
Transmitiendo las mismas sacudidas,
recrearon los sentimientos,
despertando nostalgias dormidas,
aquietándo temores despiertos,
apagando ilusiones perdidas.
P.M Pedro Monroy Gemio
- Autor: Pedro Monroy Gemio (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 5 de agosto de 2017 a las 04:50
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 21
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