Indivisos los días al abrir los ojos, sentir asqueas, ambicionar cerrar las cortinas de la existencia y sumirse en un profundo devenir de nada.
La luz sobre sus parpados le recuerda la sangre irrigando y alimentando el olor a podredumbre de sus venas. Las manos le tiemblan y encontrándolas debajo de las cobijas, las saca para ponerlas a contra luz y traslucir el interior de las venas. Venas que hasta el momento parecen tener vida propia. Descubre inflamación y movimiento debajo de la dermis, justo en los antebrazos. Está infestada de gusanos, lo que explica, su estado moribundo y próximo a…
Con un incremento de temperatura en las cienes, que como chispa le hace creerse viva de nuevo, corre directo al cuarto de baño, abre el espejo y saca una cuchilla. Hay voces que habitan los cabellos de la perturbada, voces a su lado, susurros de avispa y moscas.
Una cisura vertical le permite buscar con sus dedos los gusanos, la sangre aumenta imposibilitando deshacerse de los parásitos verdes. Decide probar con otra incisión, ésta más profunda y en pocos segundos su pijama gris es roja.
Llora pero hay un estancamiento en las lágrimas, los conductos también son bloqueados por pequeñas larvas de la muerte, los ojos se le inflaman en rojo, las venas del rostro brotan, comienza a rasguñar su cara intentando hacer daño a las larvas, pero todo es niebla y debilidad, las voces se clarifican en picoteos de buitres, zumbidos de alas golpeando el viento en picada. Vienen por ella y por su irresistible fétido olor a muerte punzante y esquizoide.
- Autor: SLG (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de agosto de 2017 a las 00:31
- Categoría: Cuento
- Lecturas: 38
Comentarios1
Crónica hermosa.... placer leerte..
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