Parada ahí, en el centro de aquel campo de batalla, no puede pensar, solo luchar. Ella entiende que no es fuerte, pero jamás se rinde.
Él se acerca y ella se mueve a un costado esquivando el golpe de su espada, sus ojos se oscurecen, piensa en la sangre saliendo de su costilla, pero es solo su imaginación. Ya casi no puede respirar, pero su espíritu no desfallece.
Mira la enorme piedra detrás de él, lanza un golpe hacia su lado derecho y entonces corre se apoya con fuerza sobre ella e incrusta su espada en su vena vital, él cae sobre su espalda y ella lo mira morir sobre su sangre desparramada, sus ojos se fijan en ella en ese último momento, pero ella no siente remordimientos.
Un ruido en su espalda la saca de su letargo, voltea y una espada se viene hacia ella. Despierta agitada, él no ha muerto, aun duerme a su lado.
- Autor: Paola Sanchez Morra (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de agosto de 2017 a las 16:56
- Comentario del autor sobre el poema: Me encanta escribir historias y esta vez experimenté en un relato, es el primero que escribo, espero les guste.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 27
Comentarios2
vaya!!! No se que pensar, podría tener muchas interpretaciones... Gracias por compartir.
Esa es la idea, no saber que pensar. Gracias por leerme Edmundo.
Y por supuesto que tu historia merece un colofón como conclusión para no perder el sabor e hilo de la lectura... La rebeldía te provee de sueños muy significativos cuando estás durmiendo con el enemigo....
Saludos cordiales Paola desde la ciudad de la cordialidad, valga la redundancia...
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.