Doncella, vigoroso rocío…
Seduces curiosa a la joven larva enamorada
Cuando el sutil sol proclama a la aurora en primavera
Y la luna crece, germína, el árbol florece
Tu útero, núcleo virgen de la vida…
Madre, arenisca indomable…
Proteges aquella fecunda crisálida de su amenaza
Cuando el fogoso sol posee al verano
Y el plenilunio ilumina el árbol provechoso
Tu, útero fértil, parturienta superficie…
Anciana, colosa del cosmos…
Tus estrellas guían la adulta mariposa perdida
Cuando el sol sosiega su ardiente hastío
Y la luna mengua, las hojas caen y el frio inunda la tierra
Tu útero, expansión de vida…
- Autor: aurivetta ( Offline)
- Publicado: 7 de agosto de 2017 a las 17:32
- Categoría: Naturaleza
- Lecturas: 35
- Usuarios favoritos de este poema: Las horas calmadas, INÉS DE CERVANTES
Comentarios1
Muy hermoso y profundo poema!
Representa para mí, la creación, la vida misma!
Todo ser vivo, elementos naturales, la madre tierra, sus estaciones, las galaxias infinitas y su influencia en todo lo que existe. Es especial para mi y me hace feliz pueda apreciarlo.
Agradecida de su visita y comentario!
Un abrazo!
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