Cuervos sin ojos
atacaron sin saber.
Durante la tormenta
el navío en el océano se perdió,
muchos años
sin rumbo alguno navegó.
Del navío hay que escapar
y desde la orilla saber observar.
Cierra los ojos,
siente el peligro
de su inmensidad.
Hojas muertas no volverán,
ya no hay rencor,
vuelve al mar,
espera el alba,
te guiará.
- Autor: Nicolás Blanco ( Offline)
- Publicado: 9 de agosto de 2017 a las 18:34
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 66
- Usuarios favoritos de este poema: Edmundo Vélez Alcívar
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