LA CHICA DEL MURO

La chica del muro tiene 21 años.

La chica del muro tiene el pelo negro, tiene unos ojos hermosos, una bella sonrisa, es buena en el básquet, es una excelente musa, es inteligente, usa lentes, finge ser fría, es sensible, es friolenta, y duerme con medias casi todas las estaciones, menos en verano.

 

La chica del muro ama a su hermano pequeño, es amante de los animales, duerme junto a su perra y su gata, ha sonreído sin estar feliz durante bastante tiempo, ha sufrido mucho en silencio.

 

A la chica del muro le gusta la poesía, le gusta Neruda, le gusta Benedetti, le gustó yo, Le gusta la cerveza, las milanesas, las cosas artesanales, el oso de peluche que le regale, le gusta el rock, el rap, el folklore, el reggaetón, y la cumbia. Es una combinación perfecta entre alegría y seriedad.
La chica del muro, nació en una familia numerosa, a veces no la pasó bien, pero ha sabido cómo salir adelante, es fuerte, es directa. Y sabe como alegrarme el día cuando me siento en soledad

 

La chica del muro no siempre tuvo un escudo y una muralla que la protegiera,

 

Antes era una niña inocente, que de adolecente, se enamoro de quién no debía, de quien le borro parte de su sonrisa, y tardo mucho en restaurarla. La chica del muro no es fría como ella cree o como yo creía, es una niña atrapada que por miedo a ser lastimada, decidió quedarse encerrada y de ahí mira desde lejos.

 

La chica del muro tiene miedo, piensa que todo el que la ama o quiere tarde o temprano le pasa algo malo, por eso decidió construir ese muro para proteger a los demás, por miedo a que más idiotas lleguen y la lastimen.

 

A la chica del muro la conocí en el 2013, y ya han pasado cuatro años desde que su luz toco mi vida.

 

De la chica del muro me gusta casi todo, lo único que no me gusta es qué Viene y se va, como si mi vida fuera un hotel, lo peor es que la espero cuando se marcha, y cuando regresa aprovechó cada minuto que la tengo, y digo tener no en un sentido de pertenencia si no de compañía.
Esa compañía que hasta el más solitario del mundo quisiera tener,

 

Escribo estas líneas en la pared de su muro, y no estamos cerca pero me imagino su sonrisa. Y quedó enamorado, enamorado como la primera vez que la vi.

 

La chica dentro del muro es muy curiosa, y quiso leer este poema muchas veces antes de que esté terminado.
Esa mujer es maravillosa. Y no solo lo digo yo, lo dicen los poetas, que escribieron sobre una musa divina, una musa de oro y sin saberlo ellos la estaban describiendo.

 

La chica del muro jamás me ha dicho que me quiere, pero se que lo hace. Lo noto en esos mensajes inesperados que me llegan con algo que le gustó y quiere compartirlo conmigo.

 

Espero ver alguna vez ver su muro derribado

 

Y correr hacia ella, mirarle a la cara y decirle que la amo.

 

Decirle de frente que la amo.

 

Y que no tenga que enterarse por medio de este escrito

 

Porque ya va a ser como el quinto poema que le escribo

 

Y hasta ahora.

 

No le he enviado ninguno.