Hoy amanecĂ con frio en el corazĂłn, La nostalgia de este amanecer me golpeĂł por alguna razĂłn, Hoy el beso y el buenos dĂas mi amor estuvieron ausentes, Pero la soledad y los viejos recuerdos gritaron presentes !, Entonces quise volver a aquellas mañanas donde podĂa tocarte, Donde el desayuno sabĂa mejor si estabas a mi lado, Cuando tus labios no me regateaban beso alguno, Donde el paso de las horas no se sientencuando eres amado, Cuando cada gesto tuyo nunca fue inoportuno, Fue justo cuando quise amarte, entonces se me dio por extrañarte.
El cielo de este lejano lugar tan opaco, tan sombrĂo, Me hizo sentir por momentos tan ausente de mĂ, tan vacĂo, DĂłnde está el esplendoroso celeste de mi cielo jaujino, AquĂ donde hoy el sol no me sonriĂł porque nunca vino, AquĂ donde el reloj parece detenerse por un instante para hacerme escribir,, Y de pronto me doy cuenta que tan solo estoy aprendiendo a vivir, A vivir con todos mis recuerdos, los buenos y tambiĂ©n los malos, A darle un beso a la nostalgia que hoy me agarra a palos, A sonreĂrle a un futuro que por cierto es incierto y son quimeras, Pero que quiero descubrirlo contigo de todas maneras.
Entonces se me dio por extrañarte,Por añorar tu cálido abrazo con el susurro de que todo va estar bien, Extrañé el beso de tus ojos y la mirada de tus labios rojos tambiĂ©n, Me preguntĂ© si toda esta lejanĂa valdrĂa la pena, O si mañana la soledad de mi alma te sea ajena, Pero hay preguntas que ya tienen respuestas y respuestas que no deben preguntarse, Entonces las dudas y temores deben muy pronto marcharse, Es mejor recordar aquellas tardes de novelas y futbol por la noche, Y olvidar que aquĂ tengo mucho frĂo y a veces reproche, Es mejor pensar que mi lugar en la mesa tambiĂ©n debe extrañarme, Y que las manitos de mi hijo quieren muy pronto abrazarme, Pero es difĂcil porque el sonido de mi silencio parece infinito, Que quiere romperse al decirte te extraño con un fuerte grito,
Estas horas, estos minutos y sus segundos no son los mismos sin ti, Entonces aprovecha la luna con su eterna nostalgia para apoderarse de mĂ, La soledad de las tardes, mis resecos labios y mis anochecidos dĂas, Son más solas, más resecas y tristes sin el aliento de tu compañĂa, Entonces quise correr a buscarte, entonces, se me dio por extrañarte.
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Autor:
Reeen (
Offline)
- Publicado: 11 de agosto de 2017 a las 22:52
- CategorĂa: Amor
- Lecturas: 47
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