Cuando amanecía un nuevo día,
me paré en mi ventana
escuche el cantar de los pajarós,
que se posabán
en mi balcón, con sus trino melodiosos
fuerón entrando de a poco en mi corazón,
se alegrarón mis penas,
se alegro una ilución.
No te detengas mi buen amigo,
continua con tu canción, dale gracias a las flores,
al aire, que llebarán a tu cuerpo mil perfumes de amor.
- Autor: Yo Claudio (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 12 de agosto de 2017 a las 20:28
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 29
Comentarios2
se alegrarón mis penas,
se alegro una ilución.
buenos versos...
Gracias de verdad. Una alegría de que le haya gustado. Saludos.
Muy bueno amigo
Un gusto leerte Cláudio.
Gracias amigo, es grato saber que te haya gustado, gracias de verdad. Saludos.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.